Situación de partida
Manel está muy bien con sus 82 años, pero la familia sabe que ha llegado el momento que necesita una persona que esté con él. No sólo para las tareas domésticas y del día a día que con sus patologías no son fáciles de llevar, sino también para no sentirse sólo en casa durante tantas horas.
Además, el problema de la falta de memoria cortoplacista ha acelerado esta necesidad de una persona para cuidar de él.